No tenía ganas de irme, es un lugar precioso y comodísimo.

Me ha gustado un montón todo en este lugar alucinante. El personal era atento y excelente. El servicio fue realmente bueno, quedé muy satisfecho. Habitación bellamente decorada con un baño compartido, me gustó. Estaba en un lugar bonito y perfecto. Además, estaba en las inmediaciones de la colina, del jardín y de un taxi.

En el Palmeraie Guest House podemos disfrutar de la deliciosa cocina tradicional bereber servida en el amplio salón de comedor. ¡Los platos eran tan sabrosos que me sentí transportado a un festín real! Además, el personal fue amable y atento durante toda la comida.

Baño un poco anticuado.

Estuvimos con los colegas en el Palmeraie Guest House y la pasamos genial. Primero nos fuimos de paseo por el Palmeral, un oasis de tranquilidad entre burros, agua y paisajes alucinantes. Y luego exploramos las gargantas del Todra, a solo 15 minutos en coche del hotel. La gente del hotel fue superamable y nos ayudó con el equipaje, incluso tuvimos la experiencia única de que un asno nos ayudó en el checkout. ¡Fue épico!

Lo único que nos faltó fue música y un poquito más de fiesta. Sería genial si el hotel tuviera un espacio más animado para los jóvenes fiesteros.

Un apartamento excelente y muy bonito en Tinghir. El barrio era hermoso.

Una ubicación fantástica, habitaciones tranquilas, todo era formidable. Nos ha gustado mucho de verdad el personal, todos eran acogedores y buenos. Este alojamiento es perfecto para una noche, insisto, este lugar es super recomendado.

Título: Encantadora estancia en Palmeraie Guest House

La decoración de este encantador hotel es muy acogedora y llena de encanto marroquí. Los espacios comunes son amplios y bien cuidados, perfectos para relajarse y disfrutar de las vistas al palmeral. Además, la accesibilidad para personas mayores es muy buena, ya que no hay escalones ni obstáculos complicados de superar.

Lo único que pediría para mejorar la estancia de las personas mayores es que el personal del hotel esté más pendiente de nosotros. Aunque los niños que trabajan allí son muy amables, en algunas ocasiones nos habría gustado recibir más atención y ayuda con nuestras necesidades específicas.

La ubicación era bonita y perfecta, muy cerca de tiendas, de montañas y de las calles para caminar, y el apartamento tenía todo lo necesario. Fue agradable disponer de habitaciones con sofás y con un baño compartido. Un servicio muy bueno, nada me ha dado muchos problemas. El personal de aquí era excepcionalmente servicial y muy servicial...

es un apartamento muy bonito, genial para una noche, desde mi punto de vista. un servicio perfecto, gracias de verdad. regresaré, nada me ha dado muchos problemas.

La comida tradicional bereber servida en el amplio salón de comedor es simplemente deliciosa. Me sentí como si estuviera siendo transportado a un festín en el Palacio de Versalles, ¡pero con mucho más sabor y autenticidad! Los jardines de rosas y la terraza en la azotea son lugares perfectos para disfrutar de refrescos durante todo el día. Beber té de menta mientras observas las impresionantes vistas de las montañas del Atlas es como tomar un sorbo de serenidad pura.- La ubicación de este alojamiento al pie de las montañas del Atlas es simplemente impresionante. Despertarse con la majestuosidad de las montañas y la frescura del aire de montaña es como vivir en un cuento de hadas.

La cuesta pronunciada para acceder al hotel desde la carretera puede resultar complicada, especialmente si llegas de noche.

Estuvimos alojados en Palmeraie, un encantador establecimiento gestionado por los amables hermanos Jawad y Shalim. Nos sentimos como en casa gracias a su hospitalidad y acogida. El entorno era espectacular, con la garganta del Todos muy cerca y un hermoso paseo por el palmeral. La cena fue deliciosa, disfrutamos de unas brochetas de pollo a la brasa acompañadas de patatas fritas, verduras frescas de su propia huerta y abundante fruta y té. Además, disfrutamos de una agradable sobremesa conversando con Jawad. Mención especial para Jake, el burro, que nos ayudó a transportar nuestro equipaje.

Absolutamente nada 😊.

La atención y hospitalidad de los dueños fue increíble, nos hicieron sentir como en casa. Las vistas al palmeral son impresionantes y se puede hacer una caminata en familia. La cena y el desayuno estuvieron deliciosos y abundantes. Aparcamiento cercano sin problemas. Check out con ayuda de un adorable asno. La limpieza excelente y todo funcionaba perfectamente. Personal super amable y nos prestaron secador de pelo.

estuvimos encantados con la atención y hospitalidad de la pareja de hermanos que llevan el hotel. Nos sentimos como en casa gracias a sus recomendaciones y el ambiente acogedor. La ubicación en el palmeral es preciosa y el hotel es confortable y fresquito. ¡100% recomendable!

falta de privacidad por la constante presencia de los propietarios en nuestras conversaciones.

Mi estancia en Palmeraie Guest House fue maravillosa. La hospitalidad y la atención del personal fueron excepcionales. Tuve la suerte de perder mi cartera con documentos importantes, pero los propietarios del hotel, Rachid y Mohamed, la encontraron y la entregaron a las autoridades. Gracias a su honestidad, evité un gran problema burocrático. Estoy eternamente agradecido por su bondad y consideración. Además, la comida en la terraza fue excelente, con vistas espectaculares al palmeral.

Nos sorprendió gratamente la hospitalidad y acogida de Jawad y Shalim en Palmeraie Guest House. Desde el momento en que llegamos nos hicieron sentir como en casa. La ubicación del hotel es espectacular, cerca de la garganta del Todos y con un hermoso palmeral para pasear. La cena fue deliciosa, con platos diferentes a los típicos tagines, como unas jugosas brochetas de pollo a la brasa acompañadas de patatas fritas y verduras frescas de su propia huerta. Además, la limpieza del lugar fue excelente y el personal muy amable. Sin duda, recomendamos al 100% este lugar.

Nada de verdad 😊.

Qué vacaciones más guay! Los hermanos que lo llevaban eran geniales y súper enrollados. Nos encantó ir a la garganta de Todrá y montar en dromedario por el palmeral. Además, la terraza del hotel era el mejor sitio para tomar té y relajarnos después de un día de aventuras. ¡Sin duda volveríamos!

Lo único que echamos en falta fue un espacio especial para fiestas nocturnas. Estábamos deseando disfrutar de noches locas con música y bailes, pero no había un ambiente adecuado para ello.